Problemática Actual
Durante décadas zoos e
instituciones privadas alrededor del mundo han intentados criar en
cautividad esta preciosa especie de gatos grandes, que además es el
mamífero mas veloz sobre la tierra.
Estos esfuerzos se han
convertido en necesarios para afrontar la disminución natural de la
población de animales salvajes que se ha reducido de 100.000 animales en
1900 a unos 12.000 actualmente. Hoy viven unos 700 guepardos en zoos y
residencias privadas, pero con una tasa de natalidad muy baja. Se dice que
en toda Europa nacieron menos de una docena en el año 2003. Solo algunas
instituciones han sido capaces de criar guepardos en cautividad
regularmente.
Al intentar buscar
explicaciones se hace responsables a los guepardos por la mala calidad del
semen, la receptividad de las hembras e incluso problemas genéticos. Casi
nadie culpa a los humanos por imponer a los guepardos unas condiciones de
vida que dificulta una cría satisfactoria, e incluso la impide desde el
principio.
Por ejemplo, grupos con
individuos de los dos sexos son frecuentemente expuestos en los zoos, lo
que es contrario a las condiciones naturales de los guepardos. Las hembras
de guepardos en libertad viven en solitario y solo toleran a un macho
durante el breve periodo en que están en celo.
Incluso la proximidad de
recintos de grandes felinos impiden a la hembra tener un ciclo sexual
normal, porque son sus enemigos naturales. Los animales tímidos y miedosos
que desconfían de sus cuidadores, y que tienen que ser sedados para
manipulaciones menores y transportes, tampoco producirán descendencia en
un medio inseguro.
El mayor problema para
conseguir la cría de guepardos es saber el momento mas alto del celo de la
hembra. Solo en ese momento tolerará al macho. Debido a las dificultades
que conlleva descubrir los sutiles síntomas del celo, el momento alto de
celo es muy difícil de identificar. Como alternativa a este problema,
algunos criadores juntan a macho y hembra en un momento inadecuado. Este
sistema va dirigido al fracaso.
Alternativas
Todavía hoy hay expertos que
consideran que la cría con guepardos mansos, criados en cautividad es
imposible, aunque lo siguiente sea obvio:
Especialmente para el celo, una
gueparda mansa es una gran ventaja. Los síntomas específicos del celo se
pueden contrastar con los cambios de la vulva (color, tamaño, secreción)
por palpación y revisión ocular.
Así, para cada hembra se puede
establecer fácilmente un calendario de su ciclo. El absoluto bienestar de
una hembra de guepardo, incluyendo confianza sin limites en su cuidador y
en su entorno, además de una dieta excelente, metabolismo y clima
adecuados, están consiguiendo ciclos muy regulares. Incluso los viajes
largos en coche son soportados sin alterar la regularidad de estos ciclos.
Estos conocimientos nos permiten saber la fecha exacta para el
apareamiento.
Primeros
logros
En primavera de 2004
planeamos la primera camada de nuestra hembra “Bagheera”. Se
predijo el comienzo del celo para el 28 de marzo. El parque de
animales “Jaderberg” (Dirigido por: Dr. Dieter Minnemann)
aportó generosamente el macho “Bubi” para este apareamiento.
Después de un viaje de 24 horas desde España hasta el norte de
Alemania, Bagheera fue cubierta justo a tiempo, el 31 de
marzo. |
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"Bunjee" de una edad de
tres semanas
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El día 1 de julio,
“Bagheera” dió a luz a un total de cinco cachorros, de los cuales
dos nacieron muertos y otros dos con un peso inferior a 200gr.
murieron el mismo día. “Bagheera” era obviamente una madre
inexperta, no abrió las bolsas amnióticas y ni siquiera corto los
cordones umbilicales. Sin la asistencia humana probablemente no
abría sobrevivido ninguno al parto. Por otra parte, solo dos pezones
producían leche. Esto nos empujo ha cuidar nosotros mismos al único
superviviente, “Bunjee”. |
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Marc Heidenreich con
"Bunjee"
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No se puede responsabilizar al
adiestramiento del guepardo los “errores” de una primeriza, porque a
menudo ocurre también en animales salvajes.
Unas semanas mas tarde
“Bagheera” volvió a entrar en celo. Aprovechamos el segundo celo para
volver a cruzarla con el mismo macho el 22 de agosto. El día 24 de
noviembre de 2004, ni siquiera 5 meses después de su primera camada,
“Bagheera” dio a luz por segunda vez, a cinco cachorros, esta vez sanos y
fuertes que fueron amamantados por ella.
Debido al tiempo fresco tuvo lugar el parto dentro de nuestra casa.
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Bagheera pariendo el primer
cachorro |
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Despues de siete horas todos
los cinco cachorros han nacido y
dentro de solo media hora
mamaron.
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Pocas horas después
del parto: agotada pero
felíz! |
Cría
Como nuestros guepardos
adultos son absolutamente mansos, nos es muy facíl, acostumbrar a
los cachorros a la presencia del hombre. La madre acepta en todo
momento el contacto de los humanos con los cachorros, reacciona
amigablemente a los acercamientos, y esto resulta muy conveniente.
Así los animales crecen en un entorno de “doble imprinting”. Desde
el principio aceptan a los humanos como “co-guepardos”, y al mismo
tiempo no pierden patrones de comportamiento específicos como los
que son criados exclusivamente por humanos. Esta es la única manera
de conseguir un buen número de hembras reproductoras, basándose en
una interacción armoniosa entre guepardos y humanos.
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Los cachorros de
siete semanas nos aceptan como miembros de la familia. |
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